El caso surgió a raíz de la denuncia de una víctima ante la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) contra su exnovio por violencia de género. La denunciante relató episodios de violencia física y psicológica, así como la publicación no consentida de videos íntimos en redes sociales, grabados sin su permiso.

La OVD concluyó que esta situación constituía violencia de género, destacando que la distribución no consentida de material íntimo es una forma de violencia digital que viola los derechos a la privacidad e intimidad, así como el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia, en línea con la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención de Belem do Pará.

Como resultado, se ordenó al demandado eliminar los videos con material íntimo de la demandante de todos sus dispositivos en un plazo de 48 horas, sin almacenarlos en ningún sistema. En caso de incumplimiento, se le impondrá una multa de un millón de pesos.

Este fallo resalta la importancia de abordar la violencia de género en todas sus formas, incluida la violencia digital. Además, establece un precedente significativo en la protección de la privacidad y la dignidad de las víctimas de este tipo de delitos. Es un recordatorio claro de que el consentimiento es fundamental en todas las interacciones íntimas, tanto en línea como fuera de ella.

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